jueves, 7 de agosto de 2014

Guateques


A pesar de que en la España de la época se hablaba de 'guateques', mi generación en la isla nunca se refirió a aquellas primeras fiestas bailables con ese término. No sé por qué nosotros llamábamos verbenas a aquellas fiestas en las que se empezaron a mezclar canciones de los Beatles con otras tan españolas como 'La otra noche, bailando estuve con Lola.', es decir, bailes modernos sueltos y sincopados salpicados por otros ritmos más melancólicos que nos permitieran acercarnos unos a otros.
La verbena más célebre de mi época fue  la del Club Militar de Paso Alto que tenía lugar todos los sábados por la tarde para los mayores de 14 años. Parece que me estoy viendo preparándome para tamaño acontecimiento. En mi cuarto, con mis amigas, en una vertiginosa carrera en pos de la modernidad a costa de lo que fuera. El resultado, tan vívido, me hace sonreír: minifalda de color marrón, blusa de seda naranja y corbata marrón y, para rematar la faena, zapatones con punta redonda y tacón ancho con calcetines hasta la rodilla. ¿Se imaginan encontrarse con alguien vestido así por la calle ? Pues yo, con mi rematada timidez a cuestas, iba a las verbenas de esa guisa. La verdad es que no sé cómo mis padres no me ponían pegas y me dejaban salir así.
En la puerta del club de Paso Alto, un conserje negaba la entrada a los menores de 14 y más de una tuvo que sacarse una partida de nacimiento para conseguir demostrar su edad y unirse a la fiesta.
Una vez dentro, en una especie de panteón amarmolado, nos dirigíamos a unos  sillones en esquina donde se improvisaba una pista en la que  bailamos nuestros primeros Let it be... Ni qué decir tiene que todas nos enamoramos locamente del primero que nos sacó a bailar. ¡Tan poco exigentes éramos entonces!
El Club Náutico también se sumó a la moda de las .verbenas para jóvenes En la pequeña pista de baile circular se oían otros ritmos que, aún siendo menos internacionales, nosotras encontrábamos tremendamente románticos y sugerentes: entre ellos recuerdo con ternura, Hoy mi corazón gitano se ha vuelto a sentir y Va cayendo una lágrima en tu mejilla.... Ambas canciones todavía me llevan a los maravillosos días  en los que empezamos a rozar eso de ser mayores y a partir de ahí, sin saber cómo, nos encontramos de repente al otro lado de nuestros miedos e inquietudes de entonces. En este lugar en el que la pobre Lola de la canción se ríe con alivio al recordar su malogrado primer amor; el corazón gitano ya no tiene deseos de volar a ninguna parte y una ráfaga de viento finalmente secó  aquella lágrima amarga que nos adornaba la mejilla. 

3 comentarios:

  1. Muy tierno y evocador, también yo fui a guateques, con tocadiscos de esos portátiles.
    Un beso, Alicia, voy regresando.

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  2. He venido a verte porque te he recordado y me has hecho revivir las verbenas, el corazón gitano, Lola, Let it be; me gusta leerte, eres muy descriptiva y detallista.

    Un beso enorme, Alicia, te deseo una semana feliz. De vez en cuando leo la entrada dedicada al colegio y me alegra encontrarte.

    Me hago seguidora del blog, así podré leerte más a menudo. Me hace ilusión visitarte.

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  3. Hola Rosa. Me alegra mucho verte por aquí de nuevo. Estaba pensando re-editar el blog y volver a ir sacando los post, al tiempo que los corrijo y los pulo. Espero verte a menudo por aquí... un abrazo

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